ALICANTE. Un hombre, murciano y de 60 años de edad, perdió ayer la vida como consecuencia de un accidente aéreo ocurrido frente a la zona de calas de Santa Pola del Este. La víctima, por causas que todavía se investigan, se precipitó al agua cuando viajaba a bordo de un ultraligero o, como lo describieron algunos testigos, una especie de helicóptero de pequeñas dimensiones que fue engullido por el mar.
El violento impacto sobrevino hacia las 12.15 horas, a unos 200 metros de la línea de costa. El aparato, probablemente un autogiro, se hundió, al tiempo que se perdía el contacto visual con su ocupante. De inmediato, se movilizaron embarcaciones de la Guardia Civil y de Cruz Roja, así como el equipo de buceadores (GEAS) de la Comandancia de Alicante, entre otros.
El barco de salvamento de la ONG consiguió dar con el herido, que fue evacuado a la arena para someterle a repetidas labores de reanimación. En la playa aguardaba personal del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y una ambulancia de Cruz Roja.
Sin embargo, nada se pudo hacer por este ciudadano. Mientras tanto, la patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el barco de Cruz Roja rastrearon los alrededores en busca de otro posible accidentado, ya que se desconocía si dentro del ultraligero viajaban una o dos personas. También colaboraron en este cometido los especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
El trabajo no deparó la localización de ninguna persona más, por lo que los medios se fueron retirando paulatinamente de la zona, ubicada frente a la avenida santapolera de la Armada Española, no muy lejos del conocido restaurante Carlotti, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Al parecer, fue un socorrista de Cruz Roja quien observó cómo el aparato aéreo perdía altura y se estrellaba contra el mar, a relativa poca distancia de donde algunos grupos de bañistas pasaban la mañana, pese a que el día comenzó nublado. Ello dio pie a la activación de un amplio despliegue de emergencias en el que participaron la Guardia Civil, Cruz Roja, la Policía Local y el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).
La muerte registrada ayer es la quinta en un siniestro similar en la provincia en los últimos once meses. El pasado 23 de octubre, pereció el ocupante de una avioneta en El Campello. Diez días antes tuvo el mismo fin el piloto de un ultraligero que perdió el control de su máquina cuando volaba a la altura de Los Montesinos. Por último, a finales de agosto del año pasado, otras dos personas fallecieron cuando su ultraligero chocó contra un chalé en una urbanización de Pilar de la Horadada.
Fuentes de la Asociación Española de Pilotos de Aeronaves Ligeras (Aepal) lamentaron ayer la triste racha por la que atraviesa Alicante en cuanto a siniestros. Agregaron que en verano aumenta de manera notable la utilización de este tipo de aparatos, por lo que también existe más probabilidad de que ocurra un percance. Aepal está en contactos con el Gobierno central para que se establezca un criterio definido sobre las competencias en la investigación de estos accidentes.
