viernes, 13 de agosto de 2010

´Salvar al náufrago ha sido la pesca más grande de mi vida´


El pesquero "Skipi II" no salió ayer a faenar y se quedó atracado en el puerto de Santa Pola, donde su patrón, el veterano pescador José Antonio López Baile, de 53 años, trataba de descansar y recuperarse de los nervios sufridos cuando rescató con la ayuda de su hijo Baltasar a un joven argelino que estaba moribundo en el agua después de que su patera naufragara "diez o doce horas antes".José Antonio es un ejemplo más de la solidaridad de los pescadores de Santa Pola, que en los últimos años han rescatado a unos 130 inmigrantes que se cruzaron en su camino en aguas internacionales. El tabarquino, que lleva pescando desde los 17 años, confesó: "Haber salvado de la muerte a este joven es como si hubiera sido la pesca más grande de mi vida."Sentado en la terraza de la Casa del Mar donde tomaba un café con su mujer, el pescador explicó que el rescate se produjo sobre la una del mediodía, cuando se encontraba a unas siete millas de la isla de Tabarca. "Nos quedaba una red por levantar y cuando íbamos hacia ella mi hijo me dijo: "¡Papá, hay algo amarillo flotando!"" Conforme fue acercándose el "Skipi II" se disiparon las dudas de José Antonio sobre la posibilidad de que fuera un pescado cuando vieron un brazo levantado y escucharon un grito. "Él sabía que íbamos a salvarlo, dio un grito y luego se quedó que parecía que estaba muerto"."Lo subimos a bordo por la popa, lo metimos en la cabina y mi hijo se quitó su ropa para dársela y le tapamos con dos mantas", según relató el pescador. "Tenía los pies y las manos llenas de agujeros... Parecían esponjas", añadió.Una vez en la isla, el joven náufrago pudo explicar, con la ayuda de personas que entendían francés, que la patera en la que viajaba con otros nueve compatriotas volcó sobre la una o dos de la madrugada. El naufragio, según el joven argelino, se produjo durante la tormenta registrada esa noche en todo el litoral alicantino.