domingo, 28 de octubre de 2012

Catorce muertos y 40 desaparecidos al naufragar una patera en Alhucemas


Los testimonios sitúan a más de 70 subsaharianos a bordo de la barca avistada por Salvamento Marítimo, que rescató a 14 personas con vida


El naufragio de una patera dejó ayer catorce cadáveres y cuarenta personas desaparecidas en aguas de mar de Alborán cercanas al islote de Alhucemas -de titularidad española, pero pegado al litoral de Marruecos-. La llamada de un informante puso en marcha enseguida el operativo de rastreo a primera hora de la tarde del pasado miércoles. Advertía de que una zódiac de unos nueve metros de eslora había partido hacia España desde las costas marroquíes llevando decenas de personas. Lo sabía porque un familiar cercano suyo viajaba a bordo, y había perdido el contacto telefónico con él. Las tareas de búsqueda concluyeron en torno a las 15 horas de ayer. Demasiado tarde.
A unas dieciocho millas náuticas al este de Alhucemas, el avión de reconocimiento de Salvamento Marítimo Sasemar 101 localizó una barca semihundida a la deriva y comprobó que había varias personas en el agua. Según detallan fuentes del departamento dependiente del Ministerio de Fomento, tras lanzar una balsa salvavidas, a la que se auparon algunos de los inmigrantes, comunicó a la tripulación de la embarcación rápida Salvamar Hamal -con base en Motril y que participaba en el rastreo- de la posición del naufragio.
Los tripulantes de la Salvamar recogieron e incorporaron a bordo a todas las personas que estaban flotando en el mar -y fueron hallando cadáveres desperdigados, hasta un total de catorce- y a aquellos que todavía permanecían en la patera semihundida y en pésimas condiciones. La búsqueda continuó hasta que anocheció, pero la Salvamar Hamal partió con los 17 subsaharianos con vida (catorce hombres y tres mujeres) para poder facilitarles asistencia médica -presentaban hipotermia grave, agotamiento extremo y estado de shock tras más de 36 horas a la deriva-. Primero arribaron a Alhucemas y después a Motril (Granada). Solo uno de los 17, un joven de alrededor de 20 años, que mostraba peores síntomas, fue trasladado a Marruecos.

La Guardia Civil suspende la búsqueda de los inmigrantes desaparecidos en aguas del mar de Alborán

El naufraugio se producía en aguas territoriales marroquíes y podrían ir en la patera más de 70 personas.
14 fallecidos y 18 rescatados tras naufragar una embarcación en Alborán. Era la patera que se buscaba desde la el miércoles en la que se cree que viajaban 71 personas. Salvamento Marítimo ha suspendido la búsqueda.Los cadáveres de los inmigrantes ya han sido enterrados en la localidad granadina de Motril, después de que se les haya practicado la autopsia.En este mismo municipio se encuentran 17 de los 18 supervivientes, los cuáles han recibido asistencia médica. La mayoría han sufrido episodios de pánico y shok y llegaban a puerto con evidentes síntomas de hipotermia.
Salvamento Marítimo buscaba la embarcación desde la madrugada del miércoles, tras recibir un aviso de que había sido avistada en las proximidades de la Isla de Alborán. Sin embargo, no fue hasta ayer tarde cuando consiguieron localizarla semihundida a unas 18 millas de Alhucemas, en Marruecos.
Los supervivientes, todos inmigrantes en situación administrativa irregular, aseguran que en la patera viajaban 71 personas. Sin embargo, el Gobierno español ha decidido suspender las labores de búsqueda argumentando que la zona donde se ha producido la desgracia es jurisdicción marroquí. Según Carlos Arce, de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía, es la consecuencia de la desproporcionada gestión de las fronteras exteriores en España y la Unión Europea.  
El reino alauí tampoco está realizando rastreos. Salvamento Marítimo explica, además, que las autoridades del país vecino rechazaron hacerse cargo de los supervivientes y de los cadáveres esgrimiendo que su normativa lo impide, al tratarse de personas extranjeras embarcadas en un buque foráneo.

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Un pesquero gallego asistió a uno de los sucesos más graves

Un pesquero gallego con base en el puerto pontevedrés de A Guarda, el Tiburón III, intervino en uno de los naufragios de cayucos más graves de los últimos años. Ocurrió el 25 de octubre del 2007, a unas 300 millas del litoral senegalés. La tripulación avistó a lo lejos una patera que viajaba a la deriva y tras abordarla encontró un solo inmigrante vivo y siete cadáveres. El superviviente relató que la embarcación había partido de las costas africanas con un total de 56 subsaharianos. Explicó cómo los vivos, a medida que sus compañeros iban muriendo por falta de alimento y deshidratación, arrojaban al mar los cadáveres. Algo que él ya no logró hacer, por falta de fuerzas, con los siete que quedaban. El barco hospital español Esperanza del mar trasladó al superviviente a un hospital de Dakar.

Ascienden a cinco los cadáveres hallados en aguas de Alicante

Ascienden a cinco los cadáveres hallados en la costa alicantina en los últimos diez días, tras haber aparecido este sábado otros dos -uno en Altea y otro en San Juan-, que se suman a los tres cuerpos sin vida localizados el pasado 28 de julio, según han informado fuentes de la Guardia Civil.
Los dos primeros cadáveres fueron encontrados el pasado 28 de julio flotando en el mar a 20 millas del cabo La Nao de Jávea. Ese mismo día, un pesquero avistó el cuerpo sin vida de otra persona a unas 13 millas de la costa de Calpe.
Este sábado, sobre las 10.30 horas, un cadáver en avanzado estado de descomposición apareció flotando en la playa de San Juan de Alicante. El cuerpo, que corresponde a un hombre de raza negra, fue sacado del agua por los bañistas.
También este pasado sábado pero más tarde, en torno a las 20.30 horas, una embarcación de recreo localizó otro cadáver, que parece ser de un hombre, a dos millas de la costa de Altea. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil fue el encargado de trasladarlo hasta el Puerto de Altea. 
La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias de la muerte de estas cinco personas. Una de las hipótesis que se barajan apunta a que podían viajar en una misma patera que se hundió, algo que desde el Instituto Armado consideran "muy probable" por el hecho de que los cinco cadáveres estuviesen en avanzado estado de descomposición.