miércoles, 8 de febrero de 2012

Asturias, alerta roja por las lluvias

Asturias, ya con el agua al cuello, respiró aliviada entre la una y las dos de la tarde de ayer. A esa hora dejó de llover, tras una mañana de fortísimas precipitaciones. Lo hizo justo a tiempo. Más agua hubiese agravado hasta límites imprevisibles los desbordamientos y las inundaciones que la región sufría desde el domingo por la tarde.



La situación más preocupante cuando ayer cesó el que ya parecía interminable aguacero estaba en el curso medio y bajo del Nalón. El río se había llevado por delante el puente de acceso a un barrio de Trubia. El cauce, muy bien alimentado por la apertura de dos presas a primera hora de la mañana, estaba desbordado en varios puntos del municipio. Los vecinos asistían angustiados a la crecida. Aunque el agua llegó a entrar en algunas casas y también anegó fincas, no llegó la tragedia. Dejó de llover justo a tiempo, porque a las ocho de la tarde, y aunque ya a la baja, seguía la alerta roja.
En Arriondas, y pese a que todo el dispositivo estaba preparado, no fue necesario proceder a la evacuación del hospital comarcal. La crecida del Sella, que dejó inundaciones de relevancia en la capital, alcanzó niveles de riesgo durante la madrugada del martes, con seis metros y medio. Anoche andaba por los cuatro metros y el cauce abandonaba la situación de alerta. En Ribadesella, el desbordamiento del río obligó a cortar temporalmente un carril de la carretera N-634 (Galicia-Irún). Hubo inundaciones en varias localidades de Ribadesella y de Cangas de Onís, por la crecida del Sella, mientras que generó idénticos problemas el desbordamiento del río Cares. Hubo, además, 54 carreteras afectadas.