domingo, 15 de junio de 2014

Expertos piden un estudio para conocer las tasas de ahogados

  • Aseguran que los recortes en las arcas municipales han causado la reducción del número de días y horas de vigilancia de las costas

La cifra de ahogados en los últimos dos veranos (2012 y 2013) en la Comunitat se situó en 53 personas, según los datos facilitados por Cicu y la Conselleria de Sanidad, un número que preocupa a los expertos consultados por este diario. De hecho, para el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA, Francisco Canes, los datos son una «verdadera barbaridad porque la mayoría de casos son evitables, ya que se deben a imprudencias de la gente».

Los especialistas también coinciden en que es muy complicado tener datos exactos de ahogamientos. «Ese es el primer problema con el que nos encontramos», señaló José Miguel Rebollo, vicepresidente de Cruz Roja en la Comunitat. «No existe un censo a nivel nacional que nos permita ver cuál es la realidad», lamentó este experto, al tiempo que recordó que con la cantidad de fallecidos que hay cada verano sería interesante «llevar a cabo una investigación o un estudio más a fondo de la situación para saber los motivos concretos de por qué ocurre».

Incluso destacó que desde su institución se «ofrecen a ayudar en su realización», ya que se trata «de un tema que debería ser de salud pública teniendo en cuenta el turismo que llega cada año al país». El verano pasado hubo, según las cifras que manejan, un sólo muerto por ingesta de agua en zonas vigiladas por Cruz Roja. Concretamente en la playa de Guardamar.
Además, los expertos consultados apuntan a la crisis, que ha provocado que se reduzca el número de días y de horas que muchos ayuntamientos destinan a la vigilancia de sus costas, lo que «supone un riesgo elevado».

Otro de los recursos que solicitan son las campañas de concienciación. «La gente no es consciente de los peligros a los que se expone. Su imprudencia es muy grande. Por ejemplo, hay muchas personas mayores que se van a pasear a primera hora de la mañana y entran al agua a pesar de no haber socorristas», advirtió Francisco Canes, quien añadió que en demasiadas ocasiones «se tiran al mar sin tener en cuenta sus condiciones físicas».
Vigilar a los menores
Junto a los mayores, el otro grupo de riesgo es el de los más pequeños, especialmente tras el verano pasado cuando varios niños perdieron la vida en el agua, sobre todo en piscinas de chalés privados. «No hay que perderlos ni un segundo de vista porque en pocos segundos pueden fallecer. También puede ocurrir que otra persona se tire al agua sin verlos y les haga daño», advirtió el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Moner.

Por su parte, José Miguel Rebollo, desde Cruz Roja, señaló que los que son «algo más mayores» sufren accidentes «porque tienen una menor percepción del riesgo». Para Francisco Canes, de la DIA, el resto de fallecimientos de personas jóvenes se debe a que «son incautos que no tienen en cuenta las recomendaciones o que van bebidos y deciden nadar».
«El año pasado nos quedamos bastante perplejos con las cifras de fallecidos que se iban conociendo. Cada pocos días moría alguien», reflexionó Móner, para quien se debe insistir en «las recomendaciones».